“Peregrinos de la Esperanza.”

QUERIDAS COMUNIDADES EDUCATIVAS:
Deseamos inicien un venturoso y fructífero ciclo lectivo, acompañados por la bendición de nuestra querida Santa MAMA ANTULA.
Como todos saben, viviremos un año jubilar que estará animado por el lema: “PEREGRINOS DE LA ESPERANZA”. Este Año Santo, es un tiempo de gracia que nos invita a abrirnos al amor y la misericordia de Dios, y a vivir una experiencia transformadora teniendo como centro el encuentro con Cristo. Este año especial nos brindará la oportunidad de adentrarnos en una particular espiritualidad, sentir y vivir la compasión, fortalecernos como comunidad… Se nos llama a reflexionar, a lo largo del mismo, sobre nuestra propia fe y el camino que hemos recorrido, desde la condición de asumirnos peregrinos, lo que implica reconocer que estamos en constante búsqueda de lo sagrado en nuestras vidas, apoyándonos mutuamente mientras avanzamos juntos hacia Dios.
El lema del Jubileo nos invita a ser “Peregrinos de la esperanza”, y pocas palabras reflejan tan bien lo que se hace en cada colegio día a día. Somos peregrinos, porque sabemos que la educación es un camino largo, lleno de aprendizajes y desafíos. Y somos portadores de esperanza, porque creemos firmemente que lo que hacemos tiene un impacto real y transformador. La esperanza no es solo un sentimiento; es una decisión. Es elegir avanzar, incluso cuando el camino parece difícil. Es creer que cada niño, niña, adolescente y joven, que pasa por las aulas tiene un futuro valioso que tenemos la oportunidad de acompañar amorosamente a construir.
La esperanza será pues el hilo conductor en esta peregrinación, esperanza que es la luz que nos guía cuando los tiempos son oscuros, esperanza que es la certeza de que hay algo más grande esperándonos… Vivir con esperanza significa confiar en que cada desafío puede ser superado creativamente, y que cada día es una nueva oportunidad para crecer y aprender. Vivir con esperanza es abrazar la idea de que nuestro futuro se construye con las decisiones que tomamos hoy y que estas nos acercan a una vida plena y feliz con y en Dios.
Sabemos que hoy, más que nunca, nuestras instituciones educativas enfrentan desafíos significativos en su misión de atender a niños, adolescentes y jóvenes, en medio de una sociedad que está en constante cambio que expone a nuestros estudiantes a realidades complejas e inciertas, que requieren una atención y una guía especial. Por ello resulta fundamental que sigamos promoviendo un ambiente educativo que no solo imparta conocimientos académicos, sino sobre todo que anime y fomente valores como la solidaridad, la empatía y el respeto por los demás en la diversidad. Buscar ser agentes de cambio positivo, capaces de brindar acompañamiento emocional y espiritual a nuestros destinatarios desde una formación integral, con calidez y calidad, a partir de la acogida, el encuentro y el acompañamiento en el caminar, siendo peregrinos y promotores de esperanza, ¡siempre!
Que este y los próximos años, nos encuentre caminando juntos, con el corazón lleno de esperanza y con la alegría de saber que nuestra labor es mucho más que un trabajo: es un verdadero ACTO DE FE Y AMOR.
EQUIPO DE GESTIÓN
S.A.E.D