Santiago del Estero, 18 de marzo de 2020

A LOS FIELES DE LA DIÓCESIS DE SANTIAGO DEL ESTERO


El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza.

Queridos hermanos de la Diócesis de Santiago del Estero:

La emergencia sanitaria declarada en nuestro país para frenar la expansión del virus COVID-19 (coronavirus) nos lleva a asumir este tiempo de nuestra historia con responsabilidad y compromiso, con solidaridad y fraternidad, con la sensatez y prudencia que requiere toda realidad que comprometa el don de la Vida, don de Dios.
Como Padre y Pastor, junto a Mons. Enrique Martínez Ossola, obispo auxiliar de la diócesis y en diálogo con el presbiterio diocesano, compartiendo los diversos escenarios de nuestras comunidades y siguiendo las directivas tomadas por el Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero he considerado necesario hacerles llegar algunas recomendaciones, de acuerdo a las actuales disposiciones.
Ante lo dicho los insto a:
1- Respetar estrictamente las decisiones de las autoridades gubernamentales, sea de salud pública, sanidad y seguridad, en todas las disposiciones que nos indiquen 2- Instalar con la importancia que lo merece el “quedarnos en casa” evitando la circulación innecesaria en la vía pública, los encuentros y reuniones, “no subestimemos la acción de un virus que contagia cuando las personas se reúnen”. 3- Tomar conciencia de que esta pandemia requiere ser asumida con absoluta seriedad y cautela. Así mismo, les pido mantener la calma; actuar con serenidad y prudencia. Evitemos divulgar informaciones que no sean oficiales. 4- No descuidar la atención de los más desprotegidos y necesitados; de los ancianos y enfermos que se encuentran solos. 5- Desarrollar en lo cotidiano nuevos hábitos en relación a evitar riesgos de contagio del COVID-19 (mantener cierta distancia, saludar sin acercarse al otro, normas de higiene en el trabajo y en el hogar).
En orden a la vida eclesial y mientras dure la emergencia sanitaria he dispuesto lo siguiente:
1- Se suspende toda reunión sean éstas de catequesis, movimientos eclesiales, grupos de oración, Caritas, grupos misioneros, retiros, etc. en las parroquias, capillas, salones comunitarios y toda institución diocesana.

2- Se mantendrán cerradas las parroquias, capillas, iglesias y oratorios de adoración

3- Los sacerdotes celebren misa en forma privada, sin asistencia de fieles. Se procure sean transmitidas por los medios de comunicación tradicionales y virtuales.

4- Quedan los fieles de la Diócesis dispensados del precepto dominical y fiestas de guardar de participar de la Santa Misa mientras dure la emergencia sanitaria.

5- Las distintas comunidades desarrollen, utilizando los medios virtuales, nuevos métodos de evangelización. Además, procuren iniciativas tendientes a que los fieles tengan acceso a la Palabra, reflexión, momentos de oración, adoración eucarística y todo acto de piedad como así también contenidos de formación.

6- Sugiero se rece el Santo Rosario todos los días. “Aprovechen varias veces este instrumento potente que es la oración del santo Rosario, porque lleva paz a los corazones, en la familia, en la Iglesia y en el mundo” (Papa Francisco) No dejemos de acudir cada día a Nuestra Madre

Los animo a caminar juntos, unidos al Señor. Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa sea nuestro alivio y protección.

Reciban mi paternal bendición.

+ Vicente BOKALIC CM OBISPO DE SANTIAGO DEL ESTERO